miércoles, 31 de octubre de 2012

Acordes


Cerca del charco conformó mi reflejo una realidad. Agua que al agua va, sobre tierra fondo surge, barro, tierra que bajo tierra húmeda, agua acoge. Lágrimas, que son agua, fondo en el alma acogen, y en barro se convierten. Barro, que somos, agua y lágrimas echadas por tierra.
Reflejos de barro en lagunas de agua, lágrimas, y fondos en almas que se miran en los charcos. Barro, aquí. Sobran charcos. Agua, arriba, llueven lágrimas que al barro van.

Nadie lo entendió, pero yo lo vi claro, en el agua de ese charco.

Hay, en ocasiones, retazos de un trozo, o trozos de un recuerdo, embargado de emociones y clavos, que clavan, eso es obvio, en el alma sentimientos. Así surge la unión de corazones, gemelos, que a kilómetros se sienten y encendidos llorar y suspiran, porque laten al compás de quien no sufre, pero teme. Y así apena, sin ritmo, mi latido, al son de canciones que desconozco. Lo llamamos Alice, sin mundo de maravillas, más de terrores y sangre, corazones, picas y demás parafernalia, que hacen de un mundo la sabia, del árbol nacimiento, y más como nosotros. Habían muchas más, pero éramos la cuarta carta de una baraja sin naipes. Así nació Alice n4.

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